Las criadillas, la lamprea, la escudella o la olla podrida y las atascaburras son platos muy populares (aunque no te lo creas). Y deliciosos. Sí, algunos son “imposibles” de comer para muchos… Te enseñamos como son, y a prepararlos.
Olla podrida
Este plato típico de la zona de Burgos es ideal para los meses de invierno y los días con mal tiempo. No te dejes llevar por el nombre, que no significa lo que crees. Viene de “poderida”, que hacía referencia a los ingredientes poderosos con los que está hecho este plato.
Un guiso de alubias rojas, chorizo, morcilla, costilla, morro y hasta pezuñas de cerdo. No t fijes en el nombre y dale una oportunidad. ¡Un guiso de rechupete!
Criadillas
Se prepara con los testículos de cualquier animal de matadero, pero uno de los más comunes es el de toro. Si ya está mal vista la tauromaquia (incluido por una parte de los españoles), ¿qué pensarán los turistas cuando en un plato servimos los testículos de un toro?
No obstante, las criadillas no es solo un plato sorprendente de la cocina española. También son comunes en algunos países del este europeo así como también en algunos países asiáticos, como China, donde se consideran afrodisíacas.
Lamprea a la gallega
Se lava a fondo la lamprea con agua caliente, raspándola con un cuchillo y pasándole finalmente un paño de cocina. A continuación se le extrae la hiel, que está colocada justo debajo de la boca. Después, dar un corte longitudinal a la lamprea en el vientre para limpiar bien su interior, guardando la sangre y el hígado. Colocar la lamprea entera en la cazuela, dándole unos pequeños cortes.
En otra cazuela se pone aceite y el ajo picado con la cebolla. Se rehoga y añade el vinagre, el vino y las especias. Calentar esta mezcla para incorporarla a la lamprea, dar el punto de sal y llenar la cazuela de agua caliente hasta cubrir justo la pieza, para tapar ésta y poner a fuego suave durante treinta minutos.
Destapar la lamprea y añadir un majado elaborado en el mortero con una rebanada de pan frito, el hígado junto con la sangre guardada. Volver a tapar y dejar 10 minutos más al fuego. Retirar para servir acompañada de arroz blanco y unas tostadas de pan frito, aunque la contundencia de este plato permite tomarlo sin acompañamiento alguno.
Escudella
Además del típico pa amb tomaquet, en Cataluña el plato estrella en invierno es la Escudella. Lo primero de todo es hacer el caldo de verduras, carne y butifarra, en el que también se puede incorporar patatas o garbanzos.
En este caldo se cuece una gran albóndiga de carne, que es conocida como pilota, y que después se reparte entre todos los platos. Es un plato que nunca falta en las celebraciones navideñas en Cataluña, solo que con una variación. A este caldo se le añaden los galets, que van rellenos de esta gran albóndiga de carne. Tanto en la versión oficial, como en la navideña, es un plato para chuparse los dedos.
Atascaburras
Y para terminar, otro plato tradicional de España y más concretamente de Castilla-La Mancha: las atascaburras. Un plato de lo más simple, ya que no es más que un puré, pero a la vez muy delicioso.
Sus ingredientes son el bacalao desalado de un día anterior, patatas hervidas, un chorrito de aceite de oliva, ajo y nueces. ¡Todo mezclado y aplastado! Ideal para esos días de bajas temperaturas. ¿Te animas?
Fuente: La Vanguardia, Hundredrooms, Gastronomía de Galicia
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